Abril de 2010 marcó un antes y un después para el póker. La (International Mind Sports Association, IMSA, por sus siglas en inglés) lo reconoció oficialmente como un “deporte mental”, colocándolo junto a titanes como el ajedrez y el bridge. En noviembre de 2024, se reportó ampliamente en medios de comunicación que  (IMSA subrayó el fortalecimiento de la legitimidad  del póker y el creciente apoyo de entidades internacionales y reguladores. Fue un paso más en los esfuerzos de la industria del póker para buscar aceptación cultural y oportunidades como su posible inclusión en el programa olímpico en el futuro.

Además, fue una oportunidad para resaltar los esfuerzos de la (World Poker Federation, WPF), una organización que agrupa a 49 federaciones nacionales y que ha trabajado para expandir la aceptación del póker como deporte, así como para consolidar su posición en mercados regulados y eventos internacionales.

Este movimiento, lejos de ser solo simbólico, refuerza la complejidad estratégica y cognitiva del póker, una disciplina que, hasta ahora, muchos veían solo como un juego de azar. ¿El objetivo final? Abrir la puerta para su posible inclusión en los Juegos Olímpicos.

Póker olímpico: más desafiante que un 1990

El sueño de ver al póker en los Juegos Olímpicos enfrenta una ruta compleja. El Comité Olímpico Internacional (COI) evalúa una serie de requisitos para incluir nuevas disciplinas. Popularidad global, una estructura organizativa robusta y un marco legal claro son solo algunos de los factores clave. Si bien el póker cuenta con una comunidad global y eventos masivos como la Serie Mundial de Póker (WSOP), el desafío es estandarizar sus reglas y consolidar su estatus legal en diversas jurisdicciones.

El juego detrás de las estadísticas

El póker no es solo estrategia; también es números:

Jugadores en línea: Según datos de Codigopoker.com, en América Latina se estima que existen alrededor de 266 millones de jugadores en línea, lo que representa aproximadamente el 10% del mercado global.

Eventos masivos: La WSOP 2024 alcanzó un récord de 10,112 inscripciones en 2024 consolidando su lugar como uno de los eventos más grandes del mundo.

Presencia global: Según el Global Poker Index (GPI), que utiliza datos de la base de datos The Hendon Mob, monitorea a más de 450,000 jugadores de torneos en vivo a nivel mundial, reflejando el alcance de esta comunidad.

Desafíos que el póker debe sortear

A pesar de su reconocimiento como deporte mental hace casi 15 años, el camino hacia los Juegos Olímpicos no está libre de obstáculos:

• Percepción pública: Para muchos, el póker sigue siendo un “juego de azar” más que un deporte mental. Este estigma podría frenar su aceptación como disciplina olímpica.
• Marco legal: Las leyes sobre juegos de azar son complejas. Mientras que en algunas regiones el póker es legal y regulado, en otras es un tema tabú. Esta falta de uniformidad complica su inclusión en eventos internacionales.

Ivonne Montealegre, Gerente de Operaciones de SiGMA Poker Tour, expresó que el reconocimiento del póker como deporte mental marca un precedente significativo en la evolución del juego. “Este reconocimiento no solo subraya la profundidad estratégica, el pensamiento crítico y la resiliencia emocional necesarios para sobresalir en el póker, sino que también eleva su posición ante la comunidad global. Aunque la inclusión en los Juegos Olímpicos aún sea un sueño lejano, este cambio de percepción nos acerca a un futuro en el que el póker sea valorado y respetado al mismo nivel que otros deportes mentales como el ajedrez y el bridge. Ahora, más que nunca, el cabildeo es esencial para asegurar el lugar legítimo del póker en el paisaje competitivo. Esto incluye abogar por regulaciones justas, disipar concepciones erróneas obsoletas y resaltar su capacidad para fomentar la camaradería internacional, el desarrollo de habilidades y la agilidad mental.”

Lecciones del breakdance

El caso del breakdance es un espejo interesante para el póker. Su inclusión en los Juegos Olímpicos de París 2024 demuestra que la popularidad entre las nuevas generaciones y una organización sólida pueden allanar el camino hacia el reconocimiento olímpico. El breakdance ha capitalizado su presencia en redes sociales y su atractivo visual, algo que el póker podría imitar adaptándose a las plataformas digitales y fortaleciendo su narrativa como deporte mental, especialmente con el creciente auge de eventos de la industria iGaming.

El reconocimiento del póker como deporte mental fue un paso crucial, pero no definitivo. Para consolidarse en los Juegos Olímpicos, la industria debe abordar los prejuicios, uniformar su regulación y conquistar una audiencia más joven. Con sus cifras impactantes y su creciente legitimidad, el póker tiene el potencial de dar el salto a una nueva categoría, pero necesitará una jugada maestra para superar los desafíos que se presentan en la mesa.

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