La Cámara de Diputados de Paraguay aprobó el martes pasado el proyecto de ley que modifica y amplía la Este cambio no solo busca reforzar la regulación del sector, sino también optimizar la recaudación fiscal. Entre las novedades más destacadas está la fusión de la Comisión Nacional de Juegos de Azar (Conajzar) con la , una medida que apunta a mejorar la eficiencia y transparencia de la industria.

Aunque parezca meramente técnico, el impacto de esta decisión podría ser significativo tanto para los operadores como para los jugadores.

Una entidad regulatoria más fuerte

La reforma se focaliza en Conajzar, que ahora será parte de la DNIT. según los legisladores, este cambio no es solo un ajuste burocrático; sino que permitirá que la comisión tenga un “brazo ejecutor sólido” para regular y fiscalizar los juegos de azar de manera más efectiva.

El diputado Yamil Esgaib, uno de los principales defensores de la medida, afirmó a medios de comunicación que la reforma busca garantizar que los recursos generados por la industria se gestionen correctamente y se destinen a las arcas fiscales. “Es un paso necesario para limpiar el sector y maximizar los ingresos”, comentó Esgaib.

Sin embargo, no todos compartieron su entusiasmo, según reportes de medios de comunicación locales, los diputados Adrián Vaesken y Rocío Vallejo expresaron su desacuerdo con ciertos aspectos, como la modificación del artículo 20, que consideraron innecesaria. “¿Por qué tocar algo que no estaba roto?”, cuestionaron durante el debate. A pesar de estas objeciones, la mayoría de los diputados optaron por apoyar el dictamen favorable.

Adiós a los monopolios

Otro de los cambios importantes es la eliminación de los monopolios en el sector. Este aspecto de la reforma abre la puerta a más operadores, permitiendo que empresas a nivel nacional, departamental y municipal puedan participar en la oferta de juegos de azar.

¿El resultado? Más competencia, lo que podría traducirse en mejores opciones para los consumidores. Desde promociones atractivas hasta una mayor variedad de juegos, la apertura del mercado tiene el potencial de dinamizar la industria y aumentar la recaudación fiscal.

No obstante, este cambio también plantea preguntas: ¿las nuevas empresas podrán cumplir las regulaciones? ¿Podrá Conajzar, ahora integrada en la DNIT, manejar este flujo de nuevos jugadores?

La fiscalización como clave para el éxito

Colombia ha mostrado resultados positivos al endurecer las regulaciones y actuar de manera mancomunada con otras entidades lo cual se ha traducido en un mayor recaudo y más operadores regulados, siguiendo este ejemplo uno de los objetivos principales de la reforma del país guaraní  es fortalecer la fiscalización para evitar la evasión fiscal, un problema que ha plagado al sector durante años. Al integrar Conajzar en la DNIT, se espera que los procesos de recaudación y supervisión sean más eficientes y estrictos.

Según los legisladores, este cambio no solo permitirá un control más riguroso, sino que también reducirá las oportunidades de irregularidades. Al mismo tiempo, los recursos generados por la industria podrían destinarse a áreas prioritarias como la educación, la salud y el desarrollo social.

Lo que viene: la decisión del Poder Ejecutivo

Con la sanción del proyecto de ley, ahora todo depende del Poder Ejecutivo. Si el presidente promulga la ley, los cambios empezarán a implementarse, marcando el inicio de una nueva etapa para la industria de los juegos de azar en Paraguay.

Pero, como cualquier cambio importante, esta reforma no está exenta de desafíos. Implementar un nuevo marco regulatorio requiere tiempo, recursos y, sobre todo, voluntad política. Además, la liberalización del mercado podría generar tensiones entre los operadores existentes y los nuevos participantes.

En un contexto global donde cada vez más países buscan modernizar la regulación de los juegos de azar, Paraguay parece estar avanzando en la dirección correcta. Si bien hay dudas y críticas, la reforma tiene el potencial de transformar una industria que, aunque lucrativa, necesita un control más riguroso para garantizar su transparencia y legalidad.

Este avance legislativo también tiene implicaciones más amplias. Una regulación más moderna y eficiente no solo beneficia a la industria, sino que también puede contribuir al desarrollo del país. Después de todo, ¿no deberían los recursos generados por los juegos de azar usarse para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos?

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